En 2021 crucé la puerta de la escuela Work in Progress. Llegué con semblante serio y seguro: por dentro me temblaba todo. Parte de mi entorno me animaba a ser actor y allí me planté. Sin un plan. Llegó mi primera clase y con ella mi primera escena para interpretar. Tras el primer pase, ya no hubo marcha atrás: descubrí que actuar no era un antojo, era mi sentido.

Crecí en Granada, detalle que nunca es menor: esa ciudad es pura alquimia. Allí aprendí que la pasión exige vigilancia diaria si no quiere apagarse ante los retos. Escribir, narrar y fotografiar fueron mis primeros combustibles.

Hoy vivo la interpretación como un atleta de élite: investigo, ensayo, valido, corrijo y vuelvo a empezar. Me he formado en teatro con Darío Facal y en audiovisual con Paz Moral, maestros que me enseñaron a proteger cada hábito que mantiene mi arte despierto. He aprendido que los buenos rodajes se miden en tomas útiles y foco colectivo, no en horas extra.

He tenido la suerte de participar en proyectos que me han marcado:

• Teatro: El Beso (2024, dir. David Cromo)
• Televisión: Machos Alfa (Netflix, dir. Laura Caballero) y La que se Avecina (2025, dir. Mario Montero)
• Cortometraje: La Manzana (2024, dir. Sara Sálamo) y Roomates (2024, dir. Neil J.)

Cada proyecto es una oportunidad para explorar la condición humana y devolverla al espectador con la intensidad que merece. Mi misión es interpretar personas, no marionetas con diálogo; por eso entreno voz, cuerpo y emoción hasta que cada gesto respira autenticidad y la cámara desaparece. Mi curiosidad obsesiva y mi humor mantienen el set ligero, enfocado y creativo.

Y por último pero no menos importante, cumplo con las dos reglas sagradas al llegar a un set: me sé mi texto y voy duchado.

Suena simple, pero ahorra horas de rodaje, evita egos y eleva la moral desde la primera toma.

¿Buscas un actor preparado, profesional y con pasión? Entonces hablemos y demos vida a tu historia.